Empecemos por el principio, explicando qué significa o qué es esa palabrilla tan rimbombante.

Para responder de forma directa y sencilla, podríamos decir que la impedanciometría sirve para determinar las condiciones del tímpano y medir la respuesta del oído medio al sonido.

En palabras más complejas diríamos que es una prueba otorrinolaringológica que mide las impedancias o resistencias del fenómeno auditivo. También sirve para valorar cómo se comporta la onda sonora a lo largo del oído medio.

¿Para qué existe la impedanciometría?

Recordemos que las ondas acústicas (el sonido) atraviesan el oído externo y medio hasta el oído interno.

Entre las estructuras que participan esa transmisión a nivel del oído medio están: la membrana timpánica, la trompa de Eustaquio y la cadena osicular (huesecillos llamados martillo, estribo y yunque).

Estas estructuras se articulan sin presentar fricciones entre ellas cuando se trata de un paciente sin problemas auditivos. Pero, en caso contrario, la persona presentaría alguna condición que debe tratarse.

De ahí la importancia de esta prueba: Está diseñada para medir las impedancias o el conjunto de factores que oponen una resistencia a la correcta audición en el oído medio, ayudando al diagnóstico de ciertos problemas de escucha.

¿Cómo se realiza una prueba de impedanciometría?

Es una exploración objetiva que se realiza con un aparato especial de forma rápida e indolora.

El examen se compone de dos partes:

Timpanografría:

En esta primera fase se introduce una pequeña sonda en el oído del paciente para sellar herméticamente el conducto, y posteriormente se aplica presión para analizar el movimiento del tímpano.

Tras evaluar la movilidad o elasticidad de los componentes del oído medio a la hora de transmitir el sonido, los resultados se registran en una computadora mediante gráficos.

Reflejo estapedial:

La segunda fase es un estudio para valorar cómo reacciona el músculo del estribo ante los estímulos sonoros de alta intensidad.

Una de las ventajas de este examen es que, a diferencia de lo que ocurre con la audiometría, no se necesita la participación activa del paciente.

Además, esta prueba no tiene contraindicaciones y puede ser realizada a bebés y niños (de hecho, es muy común en pediatría) y a personas adultas. Eso sí, antes de la realización de la prueba se requiere una evaluación médica para verificar que no existe ningún daño en la membrana timpánica ni obstrucciones en el canal auditivo.

Si usted requiere más información sobre la prueba de impedanciometría, contáctenos. En nuestra Clínica de Rehabilitación Auditiva somos expertos en salud auditiva.